Bañar a un recién nacido, es decir, a un bebé en sus primeros 30 días de vida, no solamente tiene el propósito de garantizar su higiene, sino que también representa un importante momento de bienestar tanto para el bebé como para los padres. De hecho, está demostrado que durante el baño el bebé se relaja, y los beneficios también influyen positivamente en la relación entre madre e hijo. ¿Quieres saber más? Te lo explicamos en este artículo de La Tienda de Mamá.
Cómo bañar a un bebé
La hora del baño no debe ser un momento estresante ni para el bebé ni para los padres, por esta razón, es esencial que se haga con calma y cuidado, en un entorno adecuado y a una hora del día apropiada, preferiblemente cuando los padres no tengan distracciones en las que pensar.
No existe una “guía del baño perfecto”, sin embargo, es fundamental observar una serie de pequeñas precauciones que pueden aumentar el bienestar del recién nacido durante este momento íntimo y especial:
- La temperatura del agua para el baño debe ser de 37 °C y puede medirse con termómetros especiales o simplemente haciendo la «prueba del codo», como nos enseñaron nuestras abuelas. Igualmente importante es la temperatura ambiente, que debe rondar los 25 °C para evitar fluctuaciones bruscas de temperatura.
- Al llenar la bañera para el bebé, siempre es conveniente verter primero agua fría y luego caliente para evitar quemaduras accidentales. Una vez alcanzada la temperatura adecuada, podemos añadir jabón o aceite de baño y sumergir al bebé.
- Los productos para bañar al bebé no deben contener perfumes ni sustancias alergénicas y deben tener un pH fisiológico para no ser demasiado agresivos. Por la misma razón, es mejor utilizar limpiadores aceitosos en lugar de espumosos. El cabello debe lavarse con el mismo limpiador que la piel (se desaconseja utilizar champú durante los primeros días).
6 Pasos para dar un baño a tu bebé con máxima seguridad
Hay que tener muy presente que los bebés son muy delicados, por lo que es fundamental ser muy cuidadosos al darles un baño y seguir estas pautas de seguridad:
- Prepara todo lo necesario antes de empezar el baño, como toallas, pañales y ropa limpia.
- Llena la bañera con agua tibia (no caliente) y verifica la temperatura con tu codo o con un termómetro para baño antes de poner al bebé en el agua.
- Sostén al bebé con una mano mientras le das el baño con la otra. No te alejes de la bañera.
- Lava suavemente la cabeza y el cuerpo del bebé con un champú específico para niños pequeños y agua tibia. Asegúrate de enjuagar bien todo el gel de su cuerpo y pelo, prestando particular atención a que no le entre agua en los ojos.
- Seca al bebé con una toalla y cámbialo con ropa limpia inmediatamente después del baño.
- Asegúrate de que el bebé no pase frío ni durante ni después del baño.
Ahora que ya sabes todo sobre cómo dar un baño a tu bebé, no te queda más que disfrutar de este momento especial con tu hijo/a.