Los primeros meses de vida de nuestros hijos son cruciales. Pero antes de ello, en las últimas semanas de embarazo, es normal empezar a preocuparse del descanso de los recién llegados. ¿Qué opción es la mejor entre las cunas para bebé? ¿Nos sirve la que nos regala ese familiar cuyos hijos ya son mayores? ¿O es mejor hacer una inversión que garantizará un mejor descanso de los bebés y también su seguridad?
Primero de todo, hay que tener en cuenta que la cuna del bebé es el lugar más importante para el descanso del bebé en los primeros meses o años, y que prácticamente podríamos decir que es imprescindible. En caso de que queramos estar más cerca de nuestro hijo en esta primera etapa, al menos se ha de optar por una cuna colecho, pero no por dormir con el bebé en nuestra cama.
La necesidad de la cuna de bebé es por seguridad, ya que si duerme entre los padres puede asfixiarse y en uno de los extremos de la cama corre el riesgo de caerse. Además, los colchones para las cunas son diferentes y específicos para el poquito peso de los recién nacidos.
Dicho esto, ¿qué hemos de exigirle como mínimo a la cuna para nuestros hijos?
- Primero de todo, que esté homologada. La legislación tiene ya algo más de 30 años, pero todas las cunas han de cumplir una serie de requisitos para garantizar la seguridad. Así que asegúrate de que así sea.
- Entre las obligaciones está la altura de los barrotes, pero sobre todo la separación entre ellos, que ha de ser de menos de seis centímetros para que no quepa la cabeza del bebé.
- Merece la pena fijarse en los materiales de la cuna y, ante todo, que la pintura de los barrotes no contenga plomo.
- El colchón ha de ser duro y específico para bebés.
- No hay que poner almohada en la cuna durante la primera etapa del niño. Se recomienda evitarlas hasta que tenga dos años.
Más allá de estas recomendaciones iniciales, lo que hay que tener en cuenta que las principales diferencias entre unas cunas y otras será la comodidad del bebé, pero también su adaptación con el entorno.
Algo a tener muy en cuenta es el lugar donde dormirá el bebé para saber en qué lugar pondremos la cuna. Al menos, los primeros cuatro meses se recomienda que el bebé duerma muy cerca de los padres, pero eso puede alargarse durante mucho más tiempo. Si quieres que así sea, elige una cuna para bebé que se adapte a vuestro cuarto.
¿Por qué comentamos lo del espacio? Porque la cuna es el elemento más importante para la comodidad y seguridad del bebé, pero no es el único. Necesitarás otros complementos cerca, como son los accesorios de juego para bebés, que pueden entretenerle y traducirse en un mejor confort para la familia. En ese caso, puede ser interesante una cuna más pequeña.
¿Cuánto tiempo usará tu hijo la cuna para bebé?
La cuna ha de crear un entorno idóneo para nuestros hijos. Por eso, es importante plantearse si la cuna será un espacio para un corto periodo de tiempo o querremos que dure mucho más.
Es una buena idea hacerse con una cuna que pueda instalarse en la habitación de nuestro hijo y que luego se convierta en cama o en escritorio. Son las que se conocen como cunas convertibles, y cuentan con cajoneras y mucho más.
En caso de que nuestra intención sea tener una cuna para los primeros meses y tener un contacto más íntimo con nuestro bebé, quizás sea mejor alternativa apostar por una cuna colecho, ya que en este aspecto en particular podemos dormir junto al recién nacido y controlar que esté bien en todo momento. Y también hace más fácil la lactancia durante la noche.
Por todo ello, elegir una cuna para bebé que se adapte lo mejor posible al nuevo entorno de nuestro hijo es fundamental. Tanto por seguridad como por comodidad, ya que los primeros meses de vida son muy importantes. ¡A descansar!