Algunas décadas atrás, era muy posible que los padres dejaran en algún momento ir a sus hijos en el asiento de copiloto en algún momento. O que simplemente ocupasen los asientos traseros, a veces incluso sin cinturón. Hoy en día, por fortuna, todo eso cambió. Y, en el caso de los recién nacidos, contamos con una ayudita aún algo reciente, las sillas de bebé a contramarcha. Esas en las que va el niño mirando hacia detrás. ¿Sabes por qué son una mejor opción?
Y no es que lo digamos nosotros, es que de ello avisa la Dirección General de Tráfico. Según el organismo estatal, «los niños que viajen en sentido a contramarcha reducen sus posibilidades de accidente en un 80%». Son datos para tener muy en cuenta, pero para llegar a entenderlos hemos de analizar qué dice la normativa.
La primera obligación es que los menores de 18 años que midan igual o menos de 135 centímetros han de ocupar los asientos de detrás en el coche. Y, tras eso, la misma DGT afirma que «siempre que el fabricante indique que la sillita pueda instalarse en sentido contrario a la marcha, se aconseja que los niños viajen en esa posición el mayor tiempo posible». Al menos hasta los cuatro años de edad. ¿Por qué es mejor que nuestros hijos viajen en el coche con sillas de bebé a contramarcha?
Si nos fijamos en la explicación física, se debe a la debilidad de los pequeños cuellos de los bebés, en desajuste con sus cabezas, que suelen estar descompensadas en los primeros años de vida. Supongamos, pues, que se da un accidente con la silla de bebé para coche colocada en el sentido de la marcha. En ese caso, al ser impulsados los ocupantes del vehículo hacia adelante, lo que suele pasar es que la cabeza sale despedida hacia el frente por la fuerza de la gravedad, mientras que el cuerpo se mantiene pegado al asiento por el cinturón.
Los adultos podemos soportar dichos impactos hasta cierto punto, pero los bebés se ven muy expuestos por lo que hemos dicho, la desproporción del tamaño de sus cabezas con sus cuerpos. ¿Qué cifras manejan los expertos? La más importante, que el peso al que un bebé se ve sometido en un impacto yendo en una silla de bebé a contramarcha es cinco veces menor que en el mismo sentido.
¿Cuándo dejar de usar sillas de bebé a contramarcha?
La recomendación que da la DGT es de usar sillas de bebé a contramarcha al menos hasta los cuatro años. Pero en algunos lugares de Estados Unidos es totalmente obligatorio que en los primeros meses del niño se viaje a contramarcha. En España, en cambio, aún no son modelos muy instaurados, si bien en los países del norte de Europa son mucho más comunes.
En España, sin embargo, tienen algunos detractores. Y por eso es fácil encontrar sillas de bebé duales para ir a contramarcha o al sentido de la marcha, ideales para cuando el niño crece. Pero hay que tener en cuenta que viajar al contrario de la marcha no es malo para los bebés:
- Hay voces que critican que no podemos ver a nuestros hijos si van a contramarcha, pero si instalamos un espejo en el respaldo frente a él lo controlaremos en todo momento.
- Los bebés pueden ver más el exterior si van a contramarcha que en el sentido, ya que tienen frente a ellos la luna trasera muy cerca y de gran tamaño. En el caso contrario, a veces lo que más pueden alcanzar a ver es el asiento delantero.
- Los niños pueden colocar las piernas a contramarcha sin problemas de espacio incluso hasta bien pasados los cuatro años.
- Si hay dos hermanos de diferente edad y uno va a contramarcha y el otro en el sentido de la marcha, es muy posible que tengan más fácil la conversación en esta posición que yendo en el mismo sentido.
La decisión de usar sillas de bebé a contramarcha para coche o las tradicionales en el mismo sentido depende de cada uno. Si bien la mejor solución siempre puede ser la de adaptarnos a usar una silla de coche para niños que pueda montarse de ambas maneras. Nos durará más tiempo y será mejor inversión.